No tengo que decir que la tarta de queso o "Cheesecake" es mi pastel favorito. Me llevaría todo el día comiéndolo y es que, el cheesecake para la repostería es como las pizzas para la comida, admite todo aquello que tú quieras echarle... ¡Sólo deja volar tu imaginación!
A mi hermano le ocurre lo mismo y... hace unos días comió una porción en un restaurante y quedó impactado por su sabor. No tardó en pedirme que le hiciera una lo más parecida a aquella que tanto le había gustado y bueno, ya sabéis... ¡Me puse manos a la obra!
Lo curioso es que mi hermana la probó y descubrió con ella el DULCE DE LECHE y flipó en colores... ¡Quedó tan enamorada de su sabor que me pidió que le hiciera una tarta de queso de dulce de leche para celebrar su cumpleaños!
Así que... Me vi obligado (jajaja) a investigar y buscar la receta perfecta de Cheesecake de Dulce de leche y bueno, según mi hermano que fue el que la encargó... el resultado se parecía muchísimo a aquella porción que le encantó... ¡O eso dice! ¡Prueba superada! jajaja...
Por tanto, no me enrollo más y os paso los ingredientes....
Los ingredientes para preparar esta riquísima delicia son los
siguientes:
Para la base de galletas:
·
180
gr. de galletas dipo “María” (yo la uso sin azúcar)
·
90
gr. de mantequilla sin sal.
Para la crema de queso:
·
500
gr. de nata para montar. (mínimo 35% de m. g.)
·
500
gr. de queso crema tipo “Philadelphia”.
·
5
hojas de gelatina.
·
90
gr. de azúcar.
·
3
cucharadas grandes de dulce de leche repostero.
Para la capa de dulce de leche:
·
El
resto del bote de dulce de leche (430 g.)
·
1
lámina y media de gelatina.
Los pasos para hacerla son los siguientes:
1. Primero picamos las galletas con la
ayuda de una picadora. Si no tienes, ¡No pasa nada! ¡Mételas en una bolsa de
plástico y apaléalas con una botella o con un mazo! Una vez picadas, le damos
un golpe de calor a la mantequilla en el micro y se la incorporamos a las
galletas… ¡Movemos bien y ya tenemos nuestra base lista para echarla en el
molde y dejarlo enfriar mientras hacemos la crema!
2. ¡Ahora vamos a por la crema! Este es
el momento en que tienes que poner a hidratar las hojas de gelatina en un
platito con agua (solo las 5 de la crema, reserva una y media para después)
3. Echa la nata con el azúcar en un cazo
y ponlo a calentar a fuego medio. Una vez que esté bien caliente, incorpora la
crema de queso y no dejes de mover. En este momento ya la gelatina se habrá
hidratado. Sácala del agua y escúrrelas bien apretando con la mano e
incorpórala a la crema caliente. ¡Verás cómo desaparece en cuanto entre en
contacto con el calor de la crema! Remueve unos minutos y listo.
4. Ahora echa las tres cucharadas de
dulce de leche en la crema y no dejes de mover hasta que esté bien disuelto.
5. Para incorporar la crema en el molde
yo te aconsejo que te ayudes de una cuchara. Colócala en la base y deja caer la
crema encima de ella para que la fuerza del líquido no deshaga la galleta. ¡Y
en cuanto temple la metes al frío!
6. Una vez fría, hidrata una hoja y media de gelatina. Mientras
tanto, mete el bote de dulce de leche al
micro unos 30 segundos, notarás que se pone muy líquida. ¡Ahora échale la
gelatina y verás cómo se deshace! Cuando temple incorpórala a la tarta y deja
de nuevo que enfríe antes de desmoldar. ¡Y listo!
Para la decoración yo elegí hacer
unos rosetones de chocolate blanco y nueces porque a mi hermana le encanta el
chocolate blanco. ¡Quedó genial! Pero vosotros podéis ponerle lo que más os
apetezca, es cuestión de imaginación…
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