Aunque no quiero, me pongo a pensar, a darle vueltas y.... ¡zas! No puedo evitar hornear otra deliciosa tarta con la que tirar por tierra todo el esfuerzo que estoy haciendo en el gym... ¡Seré cobarde? jajaja...
Para este domingo os propongo una tarta riquísima que, aunque a priori parece complicada os aseguro que no lo es para nada. ¡Te lo prometo!
1. PASO: Solo tienes que hacer un bizcocho "Red velvet" de esos que tanto me gustan "vamos, de chocolate de toda la vida pero ahora le llamamos así... porque lleva colorante rojo (terciopelo rojo). Para que no tengas ninguna duda te voy a dejar el enlace de la receta aquí:
Bizcocho Red Velvet: ----------------> Pincha aquí.
Una vez que tengas el bizcocho, que te aconseje que lo hagas el día antes y así no tienes que esperar a que enfríe para partirlo en láminas, además de hacer que no se te haga tan pesada la labor de hacer la tarta completa de una sola vez... Pues eso, la partes en láminas (lo ideal son 3, pero tú decides, quizá te sea más fácil hacerlo en dos, como quieras ¡Tú eres el repostero/a! ¡Tú mandas!)
2. PASO: El mismo día que hagas el bizcocho, te aconsejo que hagas la trufa. La trufa tiene el inconveniente de que hay que dejarla enfriar mínimo 8 horas en la nevera antes de poder montarla. Por ello, te aconsejo que también el día antes cocines la trufa y para el día siguiente sólo tienes que montarla para decorar la tarta.
Te voy a enseñar a hacer la Trufa. ¡Es muy sencillo! Sólo tienes que seguir estos pasos:
Ingredientes para la trufa:
- 1 litro de nata para montar (mínimo 35% de m. g.) Yo uso nata vegetal, esta no se corta nunca.
- 1 tableta de chocolate de cobertura (que se funda, vamos)
- 75 g. de azúcar blanca.
Ahora sólo tienes que poner al fuego la nata y, cuando veas que ya tiene humito, échale el azúcar y no dejes de mover. Cuando esté casi a punto de hervir, retíralo del fuego y échale el chocolate en trozos. Remueve hasta que veas que el chocolate casi está fundido. Una vez este punto, vuelve a ponerlo al fuego y deja no dejes de remover hasta que comience a hervir. ¡Ahora retíralo y deja que se enfríe en un bol cubriéndolo de papel fil! (8 horas mínimo a la nevera, después lo podrás montar como si se tratase de una nata de montar normal y corriente).
Ahora elige otro relleno que desees y... ¡A montar la tarta! (que es lo que a mi más me mola) Yo elegí crema de fresa (es de estas que venden en polvo y tú las haces con leche, son riquísimas, muy baratas y dan un resultado excelente como relleno de tartas).
Ya tenemos lo tres pisos, y los rellenos, en este caso, fresa y trufa (de la misma que llevará la cobertura) Y ahora.... metemos la trufa en una manga pastelera y... ¡A decorar!
Por último, con una boquilla diferente, hice unos rosetones y añadí un bombón Ferrero Rocher. ¡Pero tú puedes inventarte lo que sea! ¡Seguro que le aportas tu toque personal!
Ahora, fundí otra tableta de chocolate negro de cobertura y cuando estaba derretido, con la ayuda de una manga pastelera lo dejé caer a modo de "chorrito" así como alocado... y ¡Quedó curqui! jajaja...
¡Aquí os dejo una foto del corte! ¡Delicioso!
¡Feliz domingo reposteros/as!