lunes, 1 de agosto de 2016

¿Qué NATA es más adecuada para cada elaboración?

     Estamos en pleno verano y el calor es elevado. Lo que ocurre es que ese calor también se hace presente en nuestras elaboraciones reposteras y no siempre para mejorarlas. En este caso, vamos a hablar de un ingrediente esencial en la repostería y que, a menudo, no es muy compatible con la época estival. ¿Qué nada debo usar para cada postre? ¿Cómo estabilizo la nata para que el calor del verano no estropee mi  tarta? ¿Son todas las natas iguales?

         La nata es un ingrediente estrella en el mundo de la repostería. Este ingrediente está presente en muchas de las elaboraciones reposteras que cada día realizamos en nuestras cocinas pero no siempre resulta igual de fácil usarla debido a sus características y a la existencia de diversos tipos que se adecuan a cada receta y que sin duda es necesario conocer para que el resultado sea el que buscamos.

La temperatura de la nata, la de nuestra cocina, etc. son factores que pueden afectar directamente a este producto y al resultado que nos ofrezca. No dudéis en que la nata hay que montarla siempre “muy fría”. ¿A quién no se le ha cortado alguna vez la nata al montarla? Pues eso, yo iría más allá y me atrevería a decir que, si podéis meter la varilla de montar y el bol en el frigorífico una hora antes de montarla muchísimo mejor.

         ¿Qué dónde está la clave? Pues es muy fácil. La clave se encuentra en el porcentaje de materia grasa que lleve nuestra nata. En el mercado encontramos diversos tipos de natas en el que el porcentaje de materia grasa va a ser diferente. En función de la elaboración que pretendemos realizar deberemos hacer la elección de una y otra. Para ello, vamos a hacer un repaso de los tipos de natas más comunes y la elaboración para la que se suele usar.

         ¿Cuántos tipos de nata hay? Allá van las más comunes:

  • Crema de leche o nata de cocinar: Esta nata es la que solemos usar para cocinar. También se le suele denominar “nata ligera” y se caracteriza porque su índice de grasa es más bien bajo. En este caso, lo que solemos necesitar es que espese un poco nuestra receta por lo que suele usarse para hacer salsa para la pasta, salsas especiadas para carnes, etc. Su índice de materia grasa oscila entre 15-18% incluso puede llegar a tener un 23%. Al contener menos grasa es más ligera y más sana que el resto.
  • Nata de montar: Es aquella nata cuyo porcentaje de materia grasa es más elevado. Estamos hablando de una nata con una concentración de grasa entre un 30-35% (incluso a veces, algo más) Es aquella que encontramos en el supermercado como “nata para montar” y que tradicionalmente usamos para elaborar postres y aportar materia grasa a nuestros pasteles. Aquí, debemos hacer una distinción. Normalmente para cualquier elaboración repostera con emplear esta es suficiente. Ahora bien, si lo que queremos es usar la nata para decorar nuestras tartas haciendo filigranas con las mangas pasteleras debemos usar una nata con un porcentaje de materia grasa superior al 35%. ¿Por qué? Muy sencillo, porque aportará mayor estabilidad a la nata y no se nos vendrá abajo una rato después de terminar el postre. Esta nata, también denominada “Nata vegetal” (38% m.g.) es la más usada por las pastelerías de nuestro barrio por su textura y nivel de estabilidad.
  • Nata de Untar: Esta nata es menos común pero suele encontrarse en el mercado con un porcentaje de materia grasa muy elevado (50-55% m.g.) debido a su consistencia tipo “queso”.
 

       Por tanto, ¿qué nata usaría yo? Pues depende. Está claro que para cualquier elaboración que lleve nada y vaya a ser integrada en la receta mezclado como un ingrediente más, yo usaría la nada de montar con un 35% de materia grasa (vamos, la de “montar” de Mercadona). Sin embargo si lo que quiero es rellenar pasteles tipo; Palitos de nata, decorar tartas o rellenar un Brioche, etc, yo sin duda usaría la nata vegetal (38% m.g). ¿Dónde la puedo encontrar? Pues normalmente no la puedes encontrar en el supermercado de barrio pero sí en almacenes más especializados donde suelen venderlas en formatos de litro a un precio no muy alto. Yo la encuentro sin problema… ¡No dudes en preguntarme si quieres saber donde! (jejeje).


Por tanto, no dudes en que hay una nata que se adecuará sin duda a tu receta y su elección será fundamental para terminar con éxito. Todos los postres que hagamos con nata se pueden congelar, por lo que, si estamos en una época del año muy calurosa y queréis conservar vuestros pasteles más tiempo no dudéis en meterlas a la nevera… al descongelarse estarán como recién hechos.

¿Hay algún truco para montar bien la nata? Yo te recomiendo que, además de la temperatura como antes mencioné la montes siempre con una amasadora. La batidora de toda la vida nos servirá evidentemente pero una varilla de amasar nos proporcionará un montado mucho más agradable. Recuerda siempre que si quieres que tu nata esté más dulce debes añadirle azúcar. Lo ideal es que la añadas cuando ya la nata esté montando. Cuando veas que la nata está cogiendo una consistencia adecuada añade el azúcar poco a poco (y si es azúcar glass mucho mejor ya que evitará que notemos la textura de los granos de azúcar). 

Para mí, descubrir la nata vegetal fue todo un acontecimiento ya que sin duda otorga a mis creaciones una toque profesional que sin duda no la aportan otras natas del mercado, así que… ¿Por qué no te atreves a probarla? 

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