¡Lo sé! Soy consciente de que la repostería incluye mucha azúcar
pero, ¿Sabéis que existe un azúcar que tiene un sabor diferente a la blanquilla
que usamos habitualmente? Pues sí.
Se trata del
azúcar mascabado, es un azúcar de caña integral, no refinada que tiene un color
marrón oscuro y una gran cantidad de melaza, lo que le da un gusto
muy particular así como una textura pegajosa. ¡Su sabor es realmente distinto!
Eso sí, no
quiero que nadie se lleve a engaños, este azúcar tiene un aporte calórico
similar a la que usamos tradicionalmente pero si es cierto que su sabor es
distinto. Hay quien piensa que este azúcar es ligeramente más beneficiosa para
dietas o incluso para personas con diabetes, pero no hay ningún estudio que
afirme esto. Así que yo… ¡Lo elijo por su sabor!
Bueno, pues
eso, que no me enrollo más y os paso la receta:
INGREDIENTES:
- 190 g. de azúcar mascabada (o azúcar moreno si no tienes)
- 270 g. de harina de fuerza.
- 15 g. de levadura en polvo.
- 4 huevos.
- 120 g. de aceite de girasol.
- 1 yogurt natural o de limón (125 g.)
- Ralladura de un limón.
El proceso
de este bizcocho es muy pero que muy fácil. Sólo tienes que comenzar batiendo
bien los ingredientes húmedos y después vas añadiendo los secos. ¡Y listo!
Hornéalo a
170 grados con calor arriba y abajo durante unos 40 minutos y a 160 grados si
usas ventilador.
Para que te
salga un bizcocho realmente bueno y esponjoso no dudes en leer la entrada
anterior a esta. Allí encontrarás trucos que te vendrán genial para que el
resultado de tu bizcocho sea especialmente bueno.
¡Espero que
el resultado te guste tanto como me gustó a mí! A partir de ahora ya sabes, el azúcar
que elijamos otorgará a nuestro bizcocho un sabor diferente. ¡Pruébalo!